La campaña internacional en la que todas estamos involucradas para reducir nuestras trágicas pérdidas con el Covid 19 es solo un ensayo de la gran campaña que está por venir para preservar y construir sistemas alimentarios locales sostenibles que conecten productoras y consumidoras y provea de alimentos sanos y nutritivos a todas las personas.
Estamos aprendiendo mucho sobre la debilidad y las brechas del sistema alimentario globalizado. Las comunidades están descubriendo que no pueden confiar solo en la comida que requiere ser transportada a través de distintas fronteras o incluso de la que viene de regiones distantes dentro del mismo país. Tampoco las producciones a gran escala pueden confiar en contar con trabajo migrante como lo hicieron en el pasado. En algunos países los alimentos están empezando a pudrirse en los campos. Muchos mercados locales ha sido cerrados. Los suministros de productos "críticos" están desapareciendo rápidamente de los supermercados. En países como India, donde el campesinado está confinado al igual que el resto de la población, empresas intermediarias están comprando productos a bajo precio a las producciones campesinas y se venden a altos precios para quien pueda pagarlos.
La Agricultura Sostenida por la Comunidad, en cambio, está respondiendo y está encarando la crisis de mejor forma. Isa Álvarez, activista del Euskal Herria y Vicepresidenta de URGENCI, describe la situación allí: "La recomendación del gobierno ha sido cerrar los mercados al aire libre pero muchas redes de ASC y grupos de consumo están trabajando más que nunca. El mayor problema es que por las restricciones de movilidad solamente las productoras pueden hacer los repartos y en muchos casos lo hacen casa por casa”.
Estamos al borde de una crisis global, no por la ausencia de alimentos disponibles, sino porque las cosechas no pueden ser recogidas o transportadas a las consumidoras a través del sistema de largas cadenas alimentarias. El futuro pasa por construir canales cortos fuertes que permitan una soberanía alimentaria local. Como comenta Bregje Hamelynck, productora de Holanda, Cuanto más cercano es el origen y más fuerte la relación entre la producción y el resto de la ciudadanía, más seguro es el suministro de alimentos.
Estamos viendo también un rápido incremento en los precios de los alimentos, haciendo muy complicado para las familias más vulnerables conseguir alimentos básicos. A diferencia de 2008, cuando la crisis alimentaria se produjo por falta de alimento, no hay falta de alimento, solo una diferencia crítica en el suministro y la demanda en el sistema agroindustrial.
Por el contrario, las producciones locales de ASC se están adaptando rápido para proveer a sus comunidades de forma segura. Ruby van der Wekken de la red de CSA Finlandesa comparte que "los grupos de ASC no son solamente la forma más segura de conseguir alimentos durante esta crisis, son también parte de la solución para un futuro saludable".
Las granjas pueden y vender directamente al público. Los repartos al aire libre de los grupos de ASC de productos ya pre-encargados y pre-pagados son una de las formas más seguras de acceso a alimentos, ¡¡más seguras que los supermercados cerrados!!. Hay también diferentes nuevas y creativas plataformas locales que buscan conectar a productoras y consumidoras a nivel local. "En China, en el pico de la crisis del Covid en enero, la demanda se incrementó un 300%" nos cuenta Shi Yan, la pionera de los grupos de ASC en China y Co-presidenta de URGENCI."nuestras productoras tuvieron mucha presión para satisfacer la demanda".
Muchas nuevas fórmulas son extensiones de las que existen desde fórmulas éticas y agroecológicas, como los grupos de ASC o las cooperativas locales, otras son más oportunistas y doblan el precio de las cestas que se consiguen en los grupos de ASC. Estos precios altos, excluyen el acceso a las personas con menos recursos y esto viola uno de los valores centrales de la Agricultura Sostenida por la Comunidad, la economía solidaria, y también la accesibilidad que también asegure un modo de vida decente para las productoras.
En la pandemia actual, la distribución semanal en los grupos de Agricultura Sostenida por la Comunidad se ha mantenido, gracias a la forma sana en la que se trabaja, y a la gran y responsable reacción tanto de productoras como de consumidoras para asegurar que todo se hace según las nuevas y rigurosas regulaciones de seguridad. Los grupos de ASC están preparados en algún modo para esto. Sus fórmulas reducen el contacto humano con los alimentos y entre las personas respecto a la gran cadena. No hay necesidad de estar quieto en una fila y hacer un "check-out" como en un supermercado. Cada grupo se organiza y no hay nunca grandes números de personas presentes a la vez. No hay transacciones de dinero, todo se paga por adelantado o de forma on-line. Este es un aspecto importante porque el dinero es un vector importante de transmisión. La distribución es corta e inmediata. Esto reduce interacciones y contaminación potencial. La distancia social correcta se cumple y las recomendaciones sanitarias necesarias son observadas sistemáticamente. También hay muchas nuevas iniciativas para poner en marcha más grupos de CSA para poder tener más capacidad de suministros.
En algunos casos, las redes nacionales y regionales de ASC, involucradas en la red internacional URGENCI, han trabajado de forma estrecha con las autoridades locales. Según Gaelle Bigler, presidenta de la Red Suiza de CSA, "Los miembros de los grupos de ASC han tenido que cambiar sus prácticas, cambiando su papel de mera consumidora y conviertiéndose en voluntarias. Es muy complicado, pero también a la vez muy ilusionante porque todo el mundo parece que se da cuenta de que jugamos un papel importante en proveer de alimentos a la población". Con el cierre de fronteras, los productores grandes de vegetales han tenido problemas de desempleo porque siempre son empleos temporales, con personas extranjeras, trabajadores a los que se paga muy poco y nosotras, como grupos de CSA, no trabajamos así. Como coordinadora de la red, me han contactado de administraciones públicas para recopilar todas los canales cortos posibles, y todos ellos ¡nos conocen y nos agradecen nuestro trabajo!.
Un aspecto crítico y todavía poco considerado de esta pandemia es la salud social y mental. En tiempos de colapso generalizado, las personas se aíslan cada vez más, asimismo habrá efectos en ese aspecto vinculados a la crisis socio-económica que resulte de esta pandemia. Según Fátima Zohra en Algeria, "Los grupos de ASC permiten a las personas conectar entre ellas, y romper las barreras sociales y servir a una causa que va más allá de ellas. Los grupos de ASC, desde su visión de construcción de salud multidimensional es el futuro para el bienestar para las comunidades".
En este momento aterrador cuando necesitamos construir solidaridad, pero tenemos que permanecer separadas, la Agricultura Sostenida por la Comunidad juega un papel crítico en alimentar a las comunidades locales de forma segura. Y si miramos hacia la crisis climática, las producciones a pequeña escala con prácticas agroecológicas nos dan la mejor solución al hambre y la malnutrición además de reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, construyendo de forma saludable suelos más productivos para alimentarnos a todas.
Debemos tener una visión a largo plazo de la crisis. ¿Qué pasará cuando la pandemia esté bajo control? ¿Cómo afectará a las grandes cadenas y a los sistemas alimentarios alternativos? Será este el momento en que la conciencia pública alcance un nuevo nivel y permita a la agricultura campesina y la agricultura familiar convertirse en el pilar de nuestros sistemas alimentarios? Todas nosotras sabemos que la relocalización de nuestros sistemas alimentarios y otras formas de producción pueden jugar un papel clave en asegurar que la economía solidaria y la soberanía alimentaria, dos patas fundamentales en la lucha esencial por la supervivencia, sean reconocidas y normalizadas en todo el mundo.
Los grupos de ASC en todo el mundo están también yendo más allá de sus formas tradicionales y ayudando a las productoras a crear nuevas plataformas para poder comercializar sus producciones online. Nuestro papel es contribuir a un enfoque basado en los derechos humanos que preserva el modo de vida de las productoras y asegura a las consumidoras un acceso a la alimentación local, sana y nutritiva. Este es el camino más efectivo en el que podemos contrastar las medidas represivas que se están dando de forma creciente en favor de la industria agroalimentaria y que están presionando diferentes procesos legislativos desde las Naciones Unidas hasta la Unión Europea. Nuestro papel es llamar a un mayor apoyo para las redes de Agricultura Sostenida por la Comunidad en estos tiempos de crisis, y asegurar que ellas pueden satisfacer la enorme demanda de alimentos sanos, nutritivos y resilientes. Es nuestra responsabilidad continuar trabajando con nuestras aliadas de otros movimientos sociales para asegurar que nuestros sistemas alimentarios no nos fallan. Es nuestro papel promover la agroecología y la soberanía alimentaria en la forma de conseguir un sistema alimentario construido por las personas y para las personas.
URGENCI 7 de Abril de 2020